viernes, 19 de marzo de 2010

BASES DEL MARXISMO


1. En el materialismo histórico como un dogma, Carlos Marx decide que Dios no existe, niega la inmortalidad del alma y en consecuencia todas las religiones deben ser abolidas. La historia de la humanidad se desarrolla ciegamente por causas económicas y estructuras opresivas.
2. La propiedad privada de los medios de producción es un robo, por lo que se impone el "comunismo" o sea la propiedad comunitaria de tierras y fábricas.
3. Lucha de Clases: la única manera de cambiar las estructuras injustas es la lucha de clases: proletariado contra capitalistas.
Evidentemente, el ateísmo de Marx no es compatible con ninguna teología, pero habiendo aceptado como un hecho científico el análisis histórico de Carlos Marx, los teólogos de la liberación, adoptan la lucha de clases para obtener sus fines.
Para ellos la doctrina social de la Iglesia es tan solo "reformista y no revolucionaria" y por lo tanto la desprecian por inadecuada e ineficaz. La única solución viable es la lucha de clases.
Ya dentro del pensamiento marxista, la teología de la liberación se ve forzada a aceptar posiciones y situaciones incompatibles con la visión cristiana del hombre, porque el que admite una parte del sistema, tiene que admitir la base en que este sistema se funda y el marxismo se apoya en los siguientes principios o normas:
1. Su doctrina es inseparable de la práctica, de la acción y de la historia, que está unida a la práctica. La doctrina y la práctica son un instrumento de combate revolucionario. Este combate es cabalmente la lucha del proletariado contra los capitalistas. Sólo así cumplirán su misión histórica.
2. Únicamente el que participa en esta lucha “toma partido por la liberación del oprimido y cumple su misión histórica”. La lucha es una "necesidad objetiva". Negarse a participar o permanecer neutral, es ser cómplice de la opresión. En este punto su pensamiento es clarísimo: "Forjar una sociedad justa, pasa necesariamente por la participación constante y activa en la lucha de clases que se opera ante nuestros ojos" (Gustavo Gutiérrez, "teología de la liberación" pág.355). "La neutralidad es imposible" (pág.355). Clovis Boff, por su parte en "Teología de lo político", pág.410, afirma: "La teología es objetivamente parcial y clasista."
3. Como la ley fundamental de la historia es la lucha de clases, es una ley universal y aplicable a todos los campos: político, social, religioso, cultural, ético, etc.
Los errores pueden sintetizarse así:
a) El error radical está en el mismo principio hermenéutico con el que se pretende interpretar el Evangelio para sacar de ahí una praxis: ese principio es el materialismo histórico, que niega la prioridad del ser sobre el hacer, y por tanto, de la verdad y el bien de la acción humana. Este principio es totalmente falso y no es demostrado ni demostrable;
b) La lucha de clases no sólo es un error porque sea contrario a la caridad (puede haber una guerra justa, existe la legítima defensa, etc.), sino que es un error sobre todo porque se le concibe como algo necesario, ineludible y constitutivo de la historia negando la libertad de la persona y su capacidad para dirigir la historia mediante esa libertad y contando con la Providencia Divina;
c) Además de negar verdades fundamentales (sobre Cristo, la Iglesia, los Sacramentos, etc.), en la práctica, conduce a someter a la Iglesia a una dirección política determinada, no sólo ajena a su misión sobrenatural, sino que desemboca en una situación humana deplorable, como en el socialismo real, en el que la persona no cuenta ni se le reconoce su dignidad de hijo de Dios.

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